¿Qué Pasa Después de la Muerte?

Muchas preguntas la humanidad se ha hecho acerca de la muerte, entre las que mencionamos: ¿Están los muertos realmente muertos? ¿Qué es lo que realmente pasa luego de morir? ¿Saben ellos realmente algo? ¿Van al cielo inmediatamente? ¿Van a algún lugar? ¿Están simplemente dormidos? 


Lo que la Biblia Enseña

La Biblia nos dice que no solamente hay vida después de la muerte, sino que hay una vida eterna tan gloriosa que “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (I Corintios 2:9).

¿Qué es la muerte? según la Palabra de Dios muerte es separación, esto es la separación del cuerpo y el alma. (ver Gén. 35:18; IReyes 17:21-22).

  • Santiago 2:26 dice: el cuerpo sin espíritu está muerto...

Jesucristo, Dios encarnado, vino a la tierra para darnos el don de la vida eterna. “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5).

 

Según Lucas 16:19-31, antes de Cristo todos los seres humanos descendían al Seol 

¿Qué es el Seol?

Seol y Hades: significan lugar de los muertos o sepulcro (Hades es la transliteración de Seol)

El pasaje de Lucas nos relata la historia del Rico y Lázaro, en la historia ambos mueren y los ángeles bajaron al Hades. Éste oscuro lugar estaba dividido en dos partes, una parte era llamada el Seno de Abraham o paraíso reservado sólo para los justos, y el otro era un lugar de tormento llamado Gehena o "infierno" reservado para los que hicieron el mal.

El pasaje nos relata que el rico en agonía y recordando lo había hecho en vida, pide a Abraham ir a anunciar a su familia que deben vivir una vida piadosa, de manera que no alcancen el sufrimiento que él está viviendo, porque lo que entendemos que el lugar en que pasaremos la eternidad está determinado por lo que hacemos en nuestra vida en la tierra.

 

El Ministerio del Señor Jesucristo.

  • Hechos 2:27 Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
  • Mateo 12:40  Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

Luego de tres días y tres noches, el Señor Jesucristo descendió al Hades y el apostol Pedro dice que él fue y predicó a los espíritus encarcelados. 

Al tercer día, luego de su muerte, los discípulos buscan a Jesús y el ángel les dice: Porque buscaís entre los muertos al que vive por los siglos de los siglos.

Jesús se llevó luego de su muerte a todos los Santos que se hallaban en el paraíso o seno de Abraham.

  • Efesios 4:8-9 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 

Esto es así porque antes de su muerte ningún ser humano podía tener entrada a la misma presencia de Dios, ya que no se había entregado el sacrificio de la sangre preciosa del cordero sin mancha: nuestro Señor Jesucristo. Estos son llevados al tercer cielo a gozar de las bendiciones de Dios.

La situación cambia radicalmente luego del advenimiento de nuestro Señor Jesucristo. En Filipenses 1:21,23 la biblia dice claramente que los cristianos partimos inmediatamente a la presencia de Dios:

  • Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor.

Pasado el velo de la muerte, cualquiera que fuera el motivo, en segundos llegaremos a la Presencia de nuestro Dios. Espíritu y alma son escoltados por ángeles para ser levados a la misma presencia de nuestro Señor Jesucristo, dónde sólo estarán los que vivieron en vida sólo para Cristo.

  • 2 Corintios 5:8 dice: "Así que nos mantenemos confiados y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto al Señor".
  • 2 Pedro 1:13-14 "Sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado".

¿Qué sucede con aquellos que no aceptaron a Cristo?

Los injustos, tal y como lo revela la condición del Lázaro, son llevados al infierno, que es, al igual que el cielo, no es solamente un estado de existencia, sino un lugar literal y muy real. Es un lugar en donde los injustos experimentarán la eterna ira de Dios, sin fin. Ellos soportarán tormentos emocionales, mentales y físicos, sufriendo conscientemente de la vergüenza, remordimiento y desprecio. El infierno se describe como un abismo interminable (Lucas 8:31, Apocalipsis 9:1), y un lago de fuego, que arde con sulfuro, en donde los habitantes serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos (Apocalipsis 20:10). En el infierno, habrá el lloro y el crujir de dientes, dando inicio a pena intensa y cólera (Mateo 13:42). Este es un lugar “donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga” (Marcos 9:48).

Luego que los no creyentes sean juzgados y sentenciados al infierno, se enfrentarán al juicio ante el Gran Trono Blanco. Aquí serán juzgados todos los muertos no justos desde el comienzo de los tiempos conforme a su rechazo del Salvador. Luego serán echados al lago de fuego para toda la eternidad.

  • Apocalipsis 20:12-15:Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Jesús venció la muerte, tal y como lo harán quienes crean en él.
Jesús venció la muerte, tal y como lo harán quienes crean en él.

¿Qué sucederá con los Cristianos que hayan partido al cielo?

Como ya hemos descrito, en el momento de la muerte física, el alma se separa del cuerpo y entra de inmediato a la presencia del Señor. Miremos una vez más las palabras de Pablo en 2 Corintios 5:8, que dice: "Así que nos mantenemos confiados y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto al Señor". El alma en el cielo se perfecciona en santidad y desaparece por completo nuestra antigua naturaleza pecaminosa. Como se señaló anteriormente, Hebreos 12:23 menciona "los espíritus de los justos que han llegado a la perfección". Los espíritus de los santos están en el cielo y han llegado a la perfección. La lucha contra el pecado que describió Pablo y en la cual participan todos los cristianos finaliza para siempre cuando, después de la muerte, entramos en nuestra condición glorificada.

No permaneceremos en el reino de los cielos como alma sin cuerpo. En el tiempo establecido por Dios habrá una resurrección final donde el espíritu se unirá al cuerpo resucitado.

Si bien varían las opiniones de los cristianos con respecto a cuándo se producirá esta resurrección, todos estamos de acuerdo con respecto a la resurrección del cuerpo.

¿Qué apariencia tendrá el cuerpo resucitado?

  • Filipenses 3:20, 21: "Somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso".
  • 1 Juan 3:2: "Sabemos, sin embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es".

Podemos concluir entonces que, como una semilla, el cuerpo será sembrado o enterrado y que algún día volverá a la vida. Se entierra en muerte, corrupción, debilidad y deshonor. Al resucitar será cambiado desde todos los puntos de vista. Resucita imperecedero, glorioso, poderoso y espiritual. Entonces tendremos cuerpos eternos, permanentes y perfeccionados.

Por último, también mantendremos nuestra identidad. En Lucas 16:23, Lázaro, el hombre rico, y Abraham retuvieron todos su identidad. Llegará el día en que ya no tendremos que enfrentarnos a la debilidad del pecado, la enfermedad, la vejez. Hay un gran futuro por delante para los que están en Cristo.

Entonces, ¿cómo podemos recibir la vida eterna y evitar una eternidad en el lago de fuego?

Hay solamente una manera – a través de la fe y confianza en Jesucristo. El Señor Jesús dijo,

  • Juan 11: 25-26: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá, Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente…” .

El don gratuito de la vida eterna está disponible para todos.

  • Juan 3:36: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”.

No nos será dada la oportunidad de recibir el regalo divino de la vida eterna después de la muerte. Nuestro destino eterno es determinado durante la vida aquí en la tierra, por nuestra recepción o rechazo de Jesucristo.

  • 2 Corintios 6:2: “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.” 

Si confiamos en la muerte de Jesucristo como el pago por nuestro pecado contra Dios, se nos garantiza no solamente una vida significativa sobre la tierra, sino también vida eterna después de la muerte en la presencia gloriosa de Cristo. 

  • ver también:

http://iepialonso.jimdo.com/2009/04/16/a%C3%BAn-no-aceptas-a-cristo-en-tu-coraz%C3%B3n